domingo, 15 de diciembre de 2013

De vuelta en vuelta

¿Qué hacer cuando las cosas cambian tan deprisa? ¿Y cuando se deben tomar decisiones rápidas? ¿Y cuando uno no sabe si seguir cambiando es lo mejor?

Han pasado unos meses y nuestras vidas han vuelto a dar un giro inesperado... unos meses y han cambiado desde nuestro estado civil a nuestro país de residencia... han cambiado nuestras ilusiones, nuestros proyectos... y nuestros problemas.

Unos meses han bastado para ponerlo todo patas arriba, y para que ya ni siquiera el nombre de este blog se ajuste a la realidad que vivimos.

Una situación insostenible y una incertidumbre inaguantable provocada por políticos de toda índole, banqueros, empresarios y otras gentes de "mal vivir" nos hicieron desear salir del país (y del continente) deseando encontrar "una vida mejor"... y un solo correo electrónico sirvió para que volviéramos a Europa, con el deseo de acercarnos a España, con la sensación de que las cosas estaban cambiando, con el sueño de participar en un proyecto que nos mantuviera cerca de "casa" el mayor tiempo posible pero, ironías de la vida, ahora añoramos la tranquilidad y las oportunidades que nos ofrecía Chile, la estabilidad laboral que allí vivimos, el clima, los amigos que dejamos, las vivencias que tuvimos... y resulta que ahora, ya no tenemos muy claro qué significa "estar en casa".

¿Qué hacer cuando vayas donde vayas siempre añoras algo? ¿Y cuando no sabes qué cambio necesitarías a continuación?

Pues esperar siempre a que el tiempo pase, a adaptarse, a hacer las maletas para marcharse "a casa" aunque sea en Navidad, o de vacaciones, o con la excusa que sea... Coger aire, mirar el correo electrónico... y quién sabe si quizá los Reyes Magos este año vuelvan a traer un cambio... como cuando nos llevaron a la que fue "nuestra casa" durante año y medio...

¿Qué hacer cuando esas oportunidades lleguen? ¿Y si no lo hicieran? 

Seguir caminando, seguir aprendiendo, conociendo, deseando, añorando, soñando,... viviendo.

Seguir de vuelta en vuelta.

domingo, 21 de abril de 2013

To be continued...

Pues sí, teóricamente y desde su inicio, ésta era una de esas historias de "continuará", pero es difícil encontrar el momento de contarla... cuando ya no se descubren muchas más cosas nuevas y uno se va acostumbrando a la "nueva vida".
Si en los primeros meses éramos felices por encontrar un jamón relativamente rico, hora ya tenemos hasta Mahou... y nos preparan paellita los domingos... y si al "jefe de nuestra taberna", le lloramos un poco, nos hace un cocidito y nos quedamos tan agusto.



Así que ahora, por ejemplo, podemos disfrutar de las tardes libres de los viernes, compartiendo con compañeros de trabajo, compañeros de compañeros, amigos de compañeros, amigos de amigos de compañeros, y así, un largo etcétera de gente, principalmente española, con la que beber, comer, reirse y, a veces, "despotricar" de lo que a uno se le ocurra.

Quitando eso... seguimos adelante. Afortunadamente con trabajo, aunque con la paranoia propia de quienes, a pesar de no haber vivido la crueldad de la crisis de forma directa, andamos siempre con la mosca detrás de la oreja en cuanto baja un poco el trabajo o se escucha que alguien no encontró, o que a alguien se le acabó lo que tenía.

No es que tengamos motivos... esta semana, por ejemplo, estamos como en esa película que veía de pequeña... ésa de "Tú a Boston y yo a California"... Carlos en Costa Rica, y yo a la Araucanía... y mientras a él le preparan plumas de plátano con un filete de pollo y se pelea con sus reuniones y sus cosas en un paisaje nuevo, húmedo, cálido y, en cierto modo, abrumador, yo tendré la posibilidad de acercarme a volcanes.. de ver lavas recientes... y de preguntarme qué se sintió en la zona, entre los años 88 y 90, cuando a la Tierra le dió por rebosar en ese punto...


Y eso es, efectivamente, lo que esta experiencia nos está dando, cuanto menos, oportunidades.

Oportunidad de aprender personal y profesionalmente hablando, oportunidad de conocer gente diferente, oportunidad de conocer lugares diferentes, oportunidad de hacer planes...


Y entre tanto, mientras hacemos planes, mientras fijamos tiempos, mientras se nos pasan los meses sin querer, vivimos en paralelo y vía internet esa vida que dejamos en España hace ya más de un año... cómo crecen los sobrinos, cómo va cambiando la vida de nuestra familia y amigos, bodas, embarazos, llegada de bebés, alguna que otra pérdida que realmente no asimilamos... Y seguimos avanzando, de éste y de ése lado del océano... Pero ésa ya, es otra historia.

To be continued...